Más filosofía, ciencia y poesía para tiempos inciertos
En estos tiempos confusos, quizás sea más necesario que nunca recuperar la conexión entre filosofía, ciencia y artes para entender la complejidad del mundo que vivimos.
Web de la escritora María Montesinos
En estos tiempos confusos, quizás sea más necesario que nunca recuperar la conexión entre filosofía, ciencia y artes para entender la complejidad del mundo que vivimos.
Soy de la generación del babyboom. Crecí en democracia, al ritmo de las conquistas sociales, políticas, económicas. Un mundo de relativa paz, prosperidad y bienestar que cometimos el error de dar fácilmente por sentado.
Incredulidad y tristeza. Eso es lo que sentí al saber la muerte de Almudena Grandes. Su voz literaria me ha acompañado casi desde los veinte años, hasta ahora. Gustaran o no sus novelas, no hay batalla ideológica que pueda manchar el hecho de que ha sido una de las grandes escritoras de los últimos treinta años.
A menudo pienso en cómo recordaremos ciertos acontecimientos históricos al cabo del tiempo, qué contarán los libros sobre esta época. Desde luego, lo que tengo claro es que este 2020 será un año que jamás olvidaremos.
Decía María Zambrano que el amor al saber determina una cierta manera de vivir. Y también una forma de enfrentarse a un mundo cada vez más rápido y cambiante, diría yo.
¿Tenemos una única alma? ¿O varias? Sostiene Pereira que anda un poco confuso. Que tal vez todo cuanto pensaba hasta ahora no tenga sentido. Que tal vez esos chicos que le empujan a mirar más allá de sí mismo, tengan razón. Y entonces, ¿qué sería él entonces? ¿Quién sería él?
Un fósforo, una vela y el aliento de la persona amada son suficientes para alimentarnos el alma. Así lo cuenta, al menos, Laura Esquivel en su preciosa novela “Como agua para chocolate”.
Hoy me dolía Laura Luelmo. Ella y tantas otras. Demasiadas ya. Una cita de “Cómo ser mujer” de la periodista inglesa Caitlin Moran me ha hecho pensar sobre el feminismo y la necesidad de desaprender poco a poco, nosotras y ellos, los gestos de esa cultura machista que hemos mamado sin darnos cuenta.
“Preocúpate del coraje; preocúpate de la higiene…” Como cualquier padre que quiere a su hija adolescente y desea para ella lo mejor, el gran escritor estadounidense Scott Fitzgerald le escribía a su hija Frances cartas llenas de consejos que destilan ternura, amor, dolor y sabiduría, en pleno declive de su carrera literaria.
Cuando el amor se acaba, miras atrás y no sabes qué ha ocurrido. De la risa a la indiferencia, hay toda una historia detrás que termina en un adiós. Y aun así, es posible que desearas equivocarte otra vez.